Autora: Andrea Garcia de Ossa Martínez
10 años
Valencia
Érase una vez una niña muy especial llamada Inés. Inés estaba aprendiendo a ir en bicicleta. Cada vez que montaba en ella se caía, sin embargo, nunca se rendía.
Un día, en uno de estos intentos se dobló el tobillo, sus padres le llevaron al médico y allí le vendaron el pie porque tenía un esguince. No podía montar en bicicleta y le daba mucha envidia ver que su hermana sí podía.
Cuando se curó el pie cogió la bici de nuevo e intentó montar ella sola. Después de varios intentos por fin consiguió pedalear sin caerse.
Varios días después, un domingo, fueron con sus padres a seguir practicando con la bici. Su hermana se montó sin miedo e Inés la siguió, demostrando así a sus padres que ya sabía ir en bici. Se quedaron impresionados con la habilidad de Inés y puesto que la bici le venía pequeña, le compraron una nueva para su cumpleaños. Inés entendió que para aprender debía practicar mucho y no rendirse ante los intentos fallidos.